“Si pensamos que la educación es un coste,¡imagínate la ignorancia!” Christina Thorpe, Sierra Leona.
Siempre deberíamos
encontrar un hueco, en nuestra agitada y apretada agenda escolar, entre sumas y restas, ecuaciones de segundo grado, morfología
y sintaxis… para que, alumnos y profesores nos planteemos en qué mundo vivimos
y cómo queremos vivir.
Si por educar
entendemos que es llenar una mente de conocimientos, quizás nos tengamos
que replantear nuestra tarea de docentes.
Aún quedamos
unos pocos ilusos, padres y profesores, que defendemos una educación, por
supuesto en el conocimiento pero
también en otras facetas tan útiles como
indispensables: esfuerzo, voluntad,
respeto…
Educar es dotar
de valores a los jóvenes que podrán usar mejor sus relaciones en el día a día. Y nos olvidamos, a menudo,
de lo difícil que es convivir y
compartir nuestro espacio.
Así que dedicar
un día al año, muy especialmente el día 30 de enero, a recordar cómo es ese
mundo nuestro, no debería ser un motivo de celebración especial, sino un proceso natural a recordar habitualmente.
Por eso, hoy,
hemos elegido trabajar en el colegio, de manera muy viva, y una vez más, los derechos humanos y volver
nuestra mirada hacia todas esas personas que han sabido hacer de este mundo un
lugar mejor.
Desde infantil,
pasando por primaria, hasta la eso… han
hecho un balance o, en algunos casos, han conocido por primera vez, con esa mirada sorprendida, a hombres y a mujeres que saben luchar desde
la paz, por defender nuestros derechos y proclamar muy alto: “NO A TODO CUANTO
NOS PUEDA HACER DAÑO”
Jugando y
cantando… también se aprende…
Infantil, adornados con sus coronas
con motivos de paz (manos blancas y palomas) los niños más pequeños del colegio
nos llevaron, de la mano de los Lunis, al mundo de los derechos de los niños;
cantamos y tocamos las palmas con ellos y compartimos una grata y simpática
canción.
El primer ciclo de
primaria, representando una canción de Los Payasos de la Tele
"Los Días de la Semana", con
roles alternativos en tareas domésticas, supieron que, no siempre los papeles
asignados a hombres o a mujeres son muy
justos. ¡Y qué mejor que escenificarlo para que todos lo pudiésemos comprobar! Y nos convencieron.
El segundo ciclo supo volver la vista hacia las mujeres actuales, que luchan contra la discriminación
social y también se atrevió a
compartir, con el resto del cole, todo cuanto aprendieron. ¡Y cuánto se lo agradecimos, porque todos conocimos algún rostro nuevo, alguna luchadora por los derechos de la infancia, hasta ahora, totalmente desconocidos!
El último ciclo de primaria
5º Y 6º aprendió la larga lista de los
derechos humanos rapeando: y además, ¡se divirtió un montón! Y bailando y cantando también se aprende, y si no que se lo pregunten a los chicos de esos cursos: ya se saben de memoria los derechos humanos.
¡Ahora, toca aplicarlos!
¡Ahora, toca aplicarlos!
Pero también la ESO hizo sus
deberes:
Primero nos ofreció, a la hora del recreo, un almuerzo
solidario: un chocolate con churros delicioso. El chocolate, ya tradicional en
este día, siempre procede de un comercio de producto s llamado “de precio justo”
y nos recuerda a los países que pasan
dificultades y que reivindican su economía de subsistencia.
Ser solidarios es también una de las tareas
de este día.
Los alumnos de la ESO ahondaron en el tema de la igualdad de género
y la violencia contra la mujer, por propia iniciativa de los alumnos. Durante
varios días trabajaron el tema en varias materias, desde ciencias
sociales, ciudadanía, incluso en lengua,
¡con una lectura! Por fin, en una puesta en común, compartieron las conclusiones de sus trabajos:
Como conclusión, todos estuvieron de acuerdo en
señalar que las mujeres estuvieron relegadas
durante gran parte de la historia en el ámbito
familiar y doméstico.
También recopilaron
datos en internet, utilizando fundamentalmente facilitados por la web del Instituto Nacional de la Mujer del gobernó de España.
Querían saber si, en la actualidad y en su
entorno más inmediato existía o no igualdad real.
El resultado fue claro: las estadísticas y los
datos confirman que no alcanzamos, aún,
la igualdad.
Y terminaron analizando la prensa escrita para
comprobar que tampoco en los medios de
comunicación existe igualdad real. En ningún de los cinco periódicos analizados (dos de tirada nacional,
dos gallegos y uno local), el porcentaje de noticias sobre mujeres o sobre el
género femenino pasaba del 10%.
¿Qué decir de este día? Un colegio entero compartiendo no sólo
chocolate, sino también datos y conclusiones.
La paz se construye pasito a pasito, día a día, en
silencio.
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